Martes, hoy pude descansar largo y tendido, ya me hacía falta. Me encantaría que me diera pena dedicar un día entero para solo dormir y dormir, más a mi edad, pero la verdad es que no es el caso. Ya llevaba semanas sintiendo el cansancio acumulado en mi cuerpo y sobre todo el estrés de los días y hoy tuve la fortuna de poder disfrutarlo.
Tuve un rato la casa sola para mi en lo que la familia salió a surtir despensa (entre otros) y me sentí tan bien estar un rato sola. Adoro la compañía de mi familia y es de las cosas que espero nunca en la vida me falten pero creo que había descuidado un tanto mis ratos a solas que el de hoy pude disfrutarlo con mucho gusto.
Comimos juntos tan pronto arribaron, me contaron las peripecias de su día y se veía el enojo en ellos, lo bueno es que la comida los puso de buen humor. Los alimentos de hoy fueron pollo frito, puré de papa y ensalada de col (si, comida rápida), mientras que por la cena, por lo menos para mi, disfruté de un plátano, una guayaba y leche de almendras natural.
Hablando de la leche de almendras, la verdad es que es la segunda vez que la pruebo en la vida y la primera, debo decir, no fue la mejor experiencia del mundo. En aquel entonces mi hermano había conseguido leche de almendras y se me ocurrió la reverenda idea de pensar que “al fin leche” la podía tomar con el cereal y cual fue mi sorpresa al tener que terminar con horror y obligadamente esa porción debido a que la leche estaba lo suficientemente espesa como para ser un batido de proteínas en polvo, horrendo el asunto. En esta ocasión iba con el temor de revivir la experiencia en mi mente pero mi sorpresa fue bastante al ver que la consistencia de esta leche era bastante ligera y al no tener endulzantes artificiales la disfruté mucho.
Al término de esto hablé por teléfono con “E”, estuvimos compartiendo pensamientos con respecto a idiomas, algo sobre la alimentación, el ejercicio y compartiendo nuestros deseos mutuos de que esto mejore para volvernos a ver y convivir juntos.
Después de la llamada me dediqué a realizar mis ejercicios del día, por un momento pensé que ya era miércoles y que mañana sería mi descanso pero aún resta un día para ello. Me dediqué al cardio solamente debido a que por mi peso no me creo con la habilidad de poder ejercer la suficiente energía sin lastimar mis articulaciones así que será poco a poco.
Con respecto a los pedidos que mencioné ayer, el paquete que pensé que cancelarían (el de los libros de kanji) ya lo han enviado, solo resta ver que sucederá con la agenda. Estoy muy emocionada por los pedidos, tenía rato sin pedir algo de Japón y pensé que el servicio ya no estaría disponible para pedidos internacionales. Las páginas se han puesto aún mas estrictas con la verificación regional por medio de numero celular o algunos otros datos y el servicio que da la tienda donde los pedí es bastante bueno y tiene mucha variedad de productos.
De momento ya solo resta que caiga rendida ante el sueño pero mientras eso sucede seguiré viendo videos de los estilos de comida en la vida diaria de un japonés, es muy interesante ver los hábitos de otras culturas y mejor aprovecho ahorita que a partir de mañana mi rutina regresa a lo habitual y tocará prepararme para las clases de los preparatorianos y las mías.
Atentamente, Cerisselle.