Vacaciones, parte I

Después de un mes sin postear vaya que han habido cambios. ¿Qué ha sucedido con la vida de este ente del espacio-tiempo?

Primero que nada, Vacaciones: Vaya que la pasé perfecto, en el hogar, con la familia, los amigos, las visitas y un montón de etcéteras.

Soy originaria de una ciudad peculiar del norte de México, Tampico, bastante chica a comparación de otras pero no al grado de caer en el término de “pueblo” (aunque parezca).

En 26 años de vida siempre pensé, como la mayoría de la gente que vive desde el nacer en la misma ciudad, que nunca habría algo nuevo que ver o conocer al respecto de ella pero la verdad es que esa es una rotunda mentira.

Primero que nada, uno de los motivos que me llevó a admirar cosas que desconocía de mi ciudad fueron: “las visitas”. Invité a unos amigos que radican en el Distrito Federal a mi pequeña ciudad ofreciéndoles el único atractivo que pensaba que tenía: la playa, pero como en toda situación similar la única pregunta que podrías hacerte en ese momento es “¿a dónde más poder llevar a las visitas?, ¿qué más les muestro?”

Para no ser más extensa los primeros dos días la pasamos en la playa, andaban emocionados por que no son gente que frecuente este tipo de atractivo natural al ser de la capital del país. El problema estuvo en el tercer día, salimos temprano con la promesa de visitar el centro de la ciudad, la antigua aduana y nada más, pero… ¿Y todo el tiempo que restaba?

Mientras manejaba rumbo al centro sobre una de las avenidas principales recordé, por la señaleticas automovilísticas, que se decía había una pirámide en una parte de la ciudad que la verdad nunca había tenido la curiosidad de visitar por que siempre daba crédito a los comentarios de la gente, misma gente que tampoco había ido y se basaba en comentarios de otros diciendo “Prácticamente es un montículo de arena, como los del baseball”.

Al final, les comente mientras manejaba de lo que se decía y con el énfasis de nunca haber ido pero ofreciendo la oportunidad de pasar por simple curiosidad, aceptaron aventurarse con el 80% de probabilidades de decepción, o por lo menos eso pensé, y al llegar la más sorprendida fui yo.

Primero que nada, debo decir que no era algo extraordinaria pero tampoco era ese montículo de arena que comentaban las masas por lo cual tuvo su primer buen punto; en segundo, debo ser sincera, yo pensé que al no tener tanta información y promoción, en la misma ciudad, sería un  lugar completamente abandonado pero no… Había un módulo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en el lugar, segundo punto a favor; tercero, al no ser una pirámide conocida o difundida pensé que sería casi como si fuera a cualquier otra pero en pequeño y pues error total de parte mía.

Pirámide de “Las Flores” ese es el nombre que posee tan peculiar vestigio, otra de las cosas peculiares es que no era un montículo de “baseball” pero si es una pirámide de arena, tiene detalles en su decoración en forma de conchas de mar, cosa que la diferencía de otras pirámides del país donde, comúnmente, son adornadas con serpientes o algun otro animal que represente a algún dios local,  y lo único malo de todo esto es que al haberse construido la colonia del mismo nombre sin percatarse de la presencia de este lugar antes de (o quizá con toda la intención) es la única pirámide que sobrevive en su especie en la zona y lo peor es que quedó muy deteriorada por toda la urbanización de la ciudad (y que en algún momento de la historia el lugar fue usado como basurero).

En fin, después de nuestro recorrido minúsculo por la pirámide, decidí preguntarle al encargado sobre algún otro sitio recreativo/histórico para llevar a mis visitas y me recomendó un lugar que estaba a unas calles de ahí y que conecta con la zona lacustre de la ciudad.

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Como paréntesis y/o dato cultural, Tampico es una ciudad que esta completamente rodeada por agua, al sur tenemos al Rio Pánuco el cual ayuda a limitar la ciudad con la parte norte del estado de Veracruz, al este nos rodea la costa del Golfo de México y al oeste por todo el sistema lagunario del río Tamesí.

Al final, agradecí y me dispusé a llevarlos… desconocía a donde llegaríamos por que, como en el caso de la pirámide, no sabia de la existencia de ese lugar.

El parque se llama “Fray Andrés de Olmos” por el misionero y colonizador de la zona por allá de 1490. Esté parquecillo consta de un paseo en Lancha por parte del municipio con un costo de 40-50 pesos, aproximadamente, que dura como unos 30-45 minutos y te platican parte de la historia de la zona, la flora y la fauna del lugar y las historias/leyendas de los pueblerinos. Independientemente del paseo en lancha, también consta de una renta de botes, y cuando digo botes es literal, de pedal para dos personas para que te la pases un rato por ahí, un área de comidas con parrillas/asadores de carne y áreas verdes con juegos infantiles para los más chavos.

Para este punto no comprendía como es que no conocía estas cosas de mi ciudad, pregunte a la guía de la embarcación en lancha sobre más lugares para visitar y me sugirió algunos cuantos que para ser sincera si mi preocupación de inicio era todo el tiempo que nos iba a sobrar, ahora… nos haría falta.

Terminando nuestro recorrido en este punto, nos dirigímos rumbo al centro de la ciudad con el afán de entrar a la Antigua Aduana Marítima del Puerto de Tampico inaugurada por allá de 1902 por Porfirio Díaz, a está ya había entrado así que no había tanto problema pero antes de entrar ví un modulo de turismo de la ciudad, existen pocos de estos, y le pregunte al señor a cargo del modulo sobre otros lugares a los cuales acudir cercanos a allí para aprovechar el tiempo, me indico que hace poco habían habilitado un tour en lancha que recorre parte del río Pánuco y me informó al respecto. Para no hacer el cuento largo nos decidimos a aprovechar la invitación e ir, y nos dieron el tour por el río, cosa que no existía antes, a menos de que te subieras a las lanchas de la Isleta Pérez que ocupan para cruzar de Tampico, Tamaulipas a el estado de Veracruz y ese no es “tour”.

La verdad es que no crean que los paseos son larguísimos pero tampoco son cualquier cosa, como en el anterior, te platican un poco de la aduana marítima, el puerto, los buques de la marina, parte de la fauna que se encuentra ahí y un gran etcétera; para salir de la monotonía y conocer un poco donde vives (como en mi caso) es bastante bueno, y la única pregunta que pasaba por mi mente es: “¿Cómo diablos no hay divulgación al respecto de estas cosas? ó ¿Será que era más cerrada que un caparazón y nunca me di la oportunidad de ser informada de este tipo de cosas en 26 AÑOS?. El señor me empezó a platicar como tiene poco que le están dando impulso al turismo en la zona, que este tipo de guías en lancha como la del río Panuco o la anterior no tienen más de dos años en existencia.

Terminando, pasamos un rato a la Aduana Marítima, después a la Plaza de Armas y la Catedral de la ciudad y por último nos dirigímos a la Laguna del Carpintero para en especial pasar por los miradores de Iguanas, Tortugas y Cocodrilos, los cuales por allá del 2003 fueron visitados por Steve Irwin, mejor conocido como “El Cazador de Cocodrilos” del programa de Animal Planet.

Al final no nos alcanzó el día para más, había lugares que si conocía y que no alcancé a llevarlos como el museo de la huasteca en el Espacio Metropolitano ó el Ex-penal de Andonegui, entre otros.

Sea como sea, estas y otras cosas más pasaron en mis vacaciones. En esta etapa de las mismas me dí la oportunidad de conocer un poco más de mi ciudad y la verdad es que fue de mi total agrado, solo espero que estas actividades que se están dando no queden como temporales ó “tiempo limitado” por que vaya que son necesarias.

PD. Les anexo unos vídeos, subidos por usuarios de Youtube, de la visita de Steve Irwin a Tampico. 🙂

[youtube http://www.youtube.com/watch?v=6aGbAbXkHWM]

[youtube http://www.youtube.com/watch?v=Hr7F46V6ysw]

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