Fue un día muy particular, volé por primera vez el dron que conseguí.
Había estado cazando por internet oportunidades para hacerme de un dron, me gusta mucho tomar fotos aunque no sea tan buena en ello pero lo disfruto bastante; todos los que veía eran un tanto caros o de dudosa durabilidad y procedencia así que al final terminaba esperándome hasta que llegó el anunció entre las sombras del DJI Mini SE.
Es un dron bastante compacto, yo soy una persona que viene en formato “de bolsillo” y el dron cabe perfectamente en la palma de mi mano.
Toda la experiencia fue bastante estresante para mí, jaja, para empezar nunca había controlado una aeronave de ningún tipo, ni siquiera de juguete pero ese no fue el problema puesto que los carritos de control remoto, los videojuegos y el sentido común te dan una idea de como funciona (y si lees el manual pues mucho mejor), el problema estuvo en que no esperaba ciertas circunstancias como, por ejemplo, que el dron genera bastante ruido.
Había visto reseñas en internet al respecto y muchos comentaban que esta línea en especifico era de las que menos ruido generaban así que cuando lo despegue por primer vez nunca imagine que la cantidad de ruido era demasiada, me lo imaginaba todavía más silencioso.
El segundo factor fue la velocidad de aire, evidentemente se que las condiciones climáticas afectan que tanto puede desplazarse el dron mientras esta en vuelo pero nunca pensé que habría momentos donde el desplazamiento fuera demasiado evidente, ahora entiendo porque sugieren mantener la vista en el dron en todo momento. No te puedes confiar de dejar el dron en una posición y que se mantenga estable en todo momento.
El tercer (y último) factor es la naturaleza, mientras intentaba aterrizar el dron para finalizar el vuelo una pequeña avecilla se acercó al dron con el afán de intimidarle, seguro pensó que era un depredador y (probablemente) tenía su nido cerca. Sabemos que la mayoría de los seres vivos somos territoriales de nuestro entorno y considerando que el dron corrompe la naturalidad de las cosas, era evidente que probablemente pasaría si se ameritaba la circunstancia.
Había visto reseñas de gente que maneja drones donde sugerían (en especial en ambientes playeros) que si un ave se acerca al dron lo ideal es elevar el dron lo más que se pueda evitando así que el ave le ataque y dañe las pequeñas hélices que posee pero en ese momento me puse tan nerviosa y ya iba encaminada a aterrizarlo que lo primero que hice fue decrementar la altitud y aparentemente eso motivo al ave a que dejara de rodearlo (y ayudo mucho el hecho de que el tamaño del ave tampoco era tan imponente así que no se atrevió la pobrecilla a acercase para evitar ser dañada).
Terminé bastante ansiosa y estresada de esta primer experiencia pero ojalá futuras oportunidades sean más amenas o pueda manejar mucho mejor la situación. Los drones no salen tan baratos como para despreocuparse de lo que pudiera pasarles y la naturaleza tampoco merece ser amenazada imponiendo una despreocupación al entorno por un disfrute personal.
Tan pronto termine de ordenar mis fotos en Instagram subiré las fotos que tomé en mi primer experiencia de vuelo.
Atentamente, Cerisselle.
Un comentario
Esperemos que ya no haya mas aves en el camino de tu dron, por una parte me emociona que aprendas mas cosas de fotografía como fotos aérea con tu dron, obviamente todas tus fotos son bien lindas en cada hermoso lugar.