Quiero dedicarle unas pequeñas palabras a esté minúsculo objeto que va a pasar a la historia ya que se ha emitido la última impresión de los boletos magnéticos con los que se accesa al servicio de transporte público ferroviario de la ciudad capital del país.
La realidad es que algo tan simple y común no tendría por que ser tan relevante en mi vida pero al ser provinciana, al no tener (para empezar) este tipo de medio de transporte en mi lugar de nacimiento y en el inicio de mi vida es lo que hizo que siempre me maravillara con la mecánica de acceso y uso de este medio de transporte.
La primera vez que lo use fue para visitar a mis familiares maternos a las afueras de la Ciudad de México, era muy niña aún y el llegar a la central y abordar este medio de transporte a través de un trozo de papel que era succionado por una maquina para validar tu entrada me pareció lo más fabuloso del mundo, sin contar que el metro fue mi primer acceso a viajar en tren. La experiencia en si, para una niña como lo fui en su momento, fue magnífica en especial porque rompía con toda la costumbre de tener que abordar un carro de ruta o un autobús para llegar a cualquier lado. Lo recuerdo como si fuera ayer.
Este papelito me llevo a tantos lugares, primero con mis familiares, luego a conocer en persona lugares representativos de mi nación en la ciudad capital, luego fue el medio por el cual pude acudir a conocer a mis amistades de las redes que vivían aquí. Vi como tu precio cambiaba según la economía, la crisis económica (que en aquel entonces no entendía), ví como la red de transporte se extendía poco a poco a través de tí, pude sentir la velocidad de los trenes, admirar la iconografía que brinda la identidad a sus líneas (y a los diseños que imprimían en tus distintas ediciones) y así un sin fin de historias por contar y que seguramente continuarán mientras viva acá con la única diferencia de que el acceso se ha modernizado a la par de la tecnología y que esté ticket dorado de willy wonka para el transporte público ha llegado al fin de su existencia.
Siendo honesta, tenía años sin comprar un boleto de metro pero ver que ya no se volverán a emitir más me detonó tanto la nostalgia que tuve que conseguir su última impresión la cual hace homenaje al primer boleto de metro que circuló en esta nación.
Gracias por todo, boletito del metro. ✨🎟️✨